Learning to cook / Aprender a cocinar (eng-esp)

Hello, ladies!

Today I'm going to talk about one of my weakest areas: cooking. However, life forced me to learn to cook and to love cooking.
Learning to cook well is one of the most practical and useful things I can do for myself and my family. I don't see it as a hobby, but rather as a fundamental tool for daily life.

One of the most direct satisfactions I get is being able to surprise my family with new dishes every week.

Breaking the monotony of always eating the same thing brings them tangible joy.

I'm so happy to see their excited faces when they smell something different in the kitchen, or to hear their comments when they try a new flavor. It turns a simple meal into a small event.
It's a concrete way of showing them that I'm thinking about them and their well-being.

Beyond the pleasant surprises, knowing how to cook prepares me for any circumstance. When someone gets sick, I don't rely on prepared food; I can make a nutritious broth or a light meal with my own hands.
If I'm on a budget, I know how to use ingredients and prepare inexpensive yet healthy dishes.

And when a special occasion comes, I don't need to spend a lot at a restaurant; I can create a celebration at home, with a menu tailored to those I love most.

However, above all, the main reason I value cooking so much is the control it gives me over my family's health.
When I cook, I know exactly what they're eating. I control the quality of the ingredients, the amount of salt, the type of fats, and the nutritional balance.

I can make sure they eat more vegetables, get the protein they need, and cut down on ultra-processed foods. In a world full of unhealthy options, cooking is my most effective way to protect them.
It's an act of direct care, a guarantee that I'm feeding them well, not just for today, but for their future.


Versión en español


Hola, chicas!

Hoy voy a hablarles de uno de mis puntos menos fuertes: la cocina. Sin embargo, la vida me obligó a aprender a cocinar y a amar la cocina.
Aprender a cocinar bien es una de las cosas más prácticas y útiles que puedo hacer por mí y por los míos. No lo veo como un hobby, sino como una herramienta fundamental para la vida diaria.

Una de las satisfacciones más directas que obtengo es poder sorprender a mi familia con nuevos platos cada semana.
Romper la monotonía de siempre comer lo mismo les genera una alegría tangible.

Me alegra mucho poder ver sus caras de expectación cuando huelen algo diferente en la cocina, o escuchar sus comentarios al probar un sabor nuevo, convierte una simple comida en un pequeño evento.
Es una forma concreta de demostrarles que pienso en ellos y en su bienestar.

Más allá de las sorpresas agradables, saber cocinar me prepara para cualquier circunstancia. Cuando alguien enferma, no dependo de comida preparada; puedo hacer un caldo nutritivo o una comida ligera con mis propias manos.
Si el presupuesto está ajustado, sé cómo aprovechar los ingredientes y preparar platos económicos pero saludables.

Y cuando llega una ocasión especial, no necesito gastar mucho en un restaurante; puedo crear una celebración en casa, con un menú hecho a la medida de quienes más quiero.

Sin embargo, por encima de todo, la razón principal por la que valoro tanto saber cocinar es el control que me da sobre la salud de mi familia.
Cuando cocino yo, sé exactamente lo que están comiendo. Controlo la calidad de los ingredientes, la cantidad de sal, el tipo de grasas y el equilibrio nutricional.

Puedo asegurarme de que comen más verduras, de que ingieren las proteínas necesarias y de que reducen los alimentos ultraprocesados. En un mundo lleno de opciones poco saludables, cocinar es mi forma más efectiva de protegerlos.
Es un acto de cuidado directo, una garantía de que los estoy alimentando bien, no solo para hoy, sino para su futuro.



0
0
0.000
4 comments
avatar

Hola Elvira, me encanta que veas la cocina desde esa arista, pues me sucede parecido, cocinar no me parece un hobby, y es que más que una tarea necesaria para el hogar y tal a veces lo veo como obligación, y sí, me gusta tener el control de que comen los míos, su salud y todo lo relacionado.

Esa salsa se ve increíble, y que sepas preparar platos desde los más simples hasta los más complejos, te debería llenar de orgullo, no todos lo hacen y más si poco presupuesto tampoco te frena. Genia.

Un saludo y un gusto leerte como siempre.

0
0
0.000
avatar

Me encanta cocinar. Siempre he querido pasar un curso de cocina, pero no he tenido suerte. Qué bueno es tener la habilidad para poder "inventar" en la cocina y hacerlo con conocimiento de causa y un resultado satisfactorio para toda la familia.

0
0
0.000