A woman who has faith in herself doesn't need others to believe in her / La que tiene fe en sí misma, no necesita que los demás crean en ella (eng-esp)

Hi, girls!

The title of my post is: "She who has faith in herself doesn't need others to believe in her." What do I mean by this? That it doesn't matter if others believe in us? Of course not, it doesn't mean that, but rather that it's not essential. The only important person is yourself. Let me explain.

The phrase doesn't suggest that the validation of others is insignificant. It's nice, it can be supportive, but it's not the fundamental pillar. The pillar is you. The true strength that drives us to move forward, to make difficult decisions, and to get up after failure, doesn't come from external applause. It's born from an internal conviction.

When you firmly and calmly believe in your abilities and the validity of your path, the opinions of others cease to be a vital necessity. They become information—sometimes useful, sometimes not—but never the permission you need to act.

We live in a world with an enormous diversity of thought. Around you, there will be people who enthusiastically support you and others who openly doubt you.

Some will do so out of envy, others simply due to a difference in perspective. But none of those opinions is as crucial as your own. You are the only person who is with you in every moment, in every decision, in every achievement, and in every mistake.

People, with their praise or their criticism, come and go. Your own opinion of yourself is the only constant, the one that accompanies you throughout your life. That's why it's the only one you can't do without. The others, though it hurts to admit it, are dispensable.

Furthermore, this self-belief provides you with something invaluable: stability. It gives you clear direction when others tell you you're wrong. It gives you the courage to act for yourself, even when you perceive the world is against you. You don't depend on external applause to feel your effort was worthwhile, nor on rejection to think you've failed.

You are your own measure of success. This emotional self-sufficiency is the foundation of personal freedom. It allows you to listen without falling apart, to appreciate support without depending on it, and to follow your path with a certainty that no one can take away.

In the end, those who believe in themselves have already won the most important battle.

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Versión en español

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Hola, chicas!

El título de mi publicación es: La que tiene fe en sí mismo, no necesita que los demás crean en ella; ¿qué quiero decir con esto? ¿Que no importa si los demás creen en nosotras?
Claro que no significa eso, sino que no es imprescindible. La única persona importante eres tú misma. Les explico.

La frase no sugiere que la validación de los demás sea insignificante. Es agradable, puede ser un apoyo, pero no es el pilar fundamental. El pilar eres tú. La verdadera fuerza que nos impulsa a avanzar, a tomar decisiones difíciles y a levantarnos tras un fracaso, no surge de los aplausos externos. Nace de una convicción interna.
Cuando tú crees, de manera sólida y tranquila, en tus capacidades y en la validez de tu camino, la opinión de los demás deja de ser una necesidad vital. Se convierte en información, a veces útil, a veces no, pero nunca en el permiso que necesitas para actuar.

Vivimos en un mundo con una diversidad enorme de pensamientos. A tu alrededor habrá personas que te apoyen con entusiasmo y otras que duden de ti abiertamente.
Algunas lo harán por envidia, otras por simple diferencia de perspectiva. Pero ninguna de esas opiniones es tan crucial como la tuya propia. Tú eres la única persona que está contigo en cada momento, en cada decisión, en cada logro y en cada error.

Las personas, con sus elogios o sus críticas, van y vienen. Tu propia opinión sobre ti es la única constante, la que te acompaña de por vida. Por eso, es la única de la que no puedes prescindir. Las demás, aunque duela admitirlo, sí son prescindibles.

Además, esta fe en ti misma te proporciona algo invaluable: estabilidad. Te da una dirección clara cuando los demás te dicen que estás equivocada. Te da el valor para actuar por ti y para ti, incluso cuando percibes que el mundo está en tu contra. No dependes del aplauso externo para sentir que tu esfuerzo valió la pena, ni del rechazo para pensar que fracasaste.

Tu métrica eres tú. Esta autosuficiencia emocional es la base de la libertad personal. Te permite escuchar sin desmoronarte, agradecer los apoyos sin depender de ellos, y seguir tu rumbo con una certeza que nadie puede quitarte.
Al final, el que cree en sí mismo ya ha ganado la batalla más importante.