a dream fulfilled and also yet to be fulfilled - LOH contest week #261 / Un sueño cumplido y también por cumplir - Concurso LOH semana #261

Hi, girls!

Our friend @ifarmgirl asks us a question that reminds me of one of my dreams that I've come true, but one I'd like to do again: working abroad.

Luckily for me, the contracts were short, and at the time I didn't have children or a husband. So, I was able to travel without having to choose between going alone and being away from my family for two years.

Unfortunately, there are times when we are given very good opportunities, but only for one person, either for me or for my husband. This has happened to us on several occasions, and in order not to waste it, we have had to accept being apart for a while.
Because, after thinking about it, it's worth the sacrifice.
Of course, it's never been as long as two years.

However, it's something we've talked about many times. With much sorrow, we have agreed that, whether he or I are given such an opportunity, we will pass it up.

From a practical and professional perspective, it's in both our best interest. Who wouldn't want to go work with a good contract in France or England, for example?
Any of us, certainly. And it would be a huge boost to our careers.
I'm aware of that.

However, it would mean two years away from my children, from my husband. It would mean 730 days of their lives that I would miss out on, watching them grow up, away from their protection and unable to do anything if they get sick, if they need me for something.
A week, three months, maybe. At most, I think I can handle six months.
It's also a matter of priorities. My priority is my family.
If a two-year contract came up, I would initially try to renegotiate it to go with my family or alone for a shorter period. Otherwise, I'd have to decline.
Besides, if one like that came up, others would also come up with conditions that favor me.

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Versión en español

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Hola, chicas!

Nuestra amiga @ifarmgirl nos hace una pregunta que me trae a la memoria uno de mis sueños cumplidos, pero que quisiera repetir: trabajar en el extranjero.

Por suerte para mí, fueron contratos cortos y en aquella época no tenía hijos ni esposo. Por tanto, pude viajar sin tener que estar en esa posición de elegir si irme sola y separarme de mi familia por dos años.

Por desgracia, hay veces que se nos dan oportunidades muy buenas, pero solo para uno, o para mí o para mi esposo. Nos ha sucedido en varias ocasiones y, para no desaprovecharla, hemos tenido que aceptar estar un tiempo distantes.
Porque, luego de pensarlo bien, vale la pena el sacrificio.
Claro, nunca ha sido tanto tiempo como dos años.

No obstante, es algo que ya hemos conversado muchas veces. Con mucho dolor, hemos acordado que, tanto si a él como a mí se nos da una oportunidad de ese tipo, la vamos a dejar pasar.

Desde un modo práctico y profesional, a ambos nos conviene. ¿Quién no quisiera ir a trabajar con un buen contrato a Francia o a Inglaterra, por ejemplo?
A cualquiera de nosostros, seguro. Y sería un gran impulso para nuestras carreras.
Estoy consciente de eso.

Sin embargo, serían dos años separada de mis hijos, de mi esposo. Serían 730 días de sus vidas que me perdería de verlos crecer, lejos de su protección y sin poder hacer nada si se enferman, si me necesitan para algo.
Una semana, tres meses, puede ser. Cuando más, seis meses creo poder soportar.
También es una cuestión de prioridades. Mi prioridad es mi familia.
Si apareciera un contrato por dos años, inicialmente trataría de renegociarlo para ir con mi familia o sola por menos tiempo. De lo contrario, tendría que declinarlo.
Además, si apareciera uno como ese, también aparecerán otros con las condiciones que me favorezcan.