(subtitling) ¿Qué hacer cuando no sabemos qué hacer?

▶️ Watch on 3Speak



Hola comunidad, ¿cómo están?, de corazón espero que sea mejor que yo.

Hay momentos en la vida en los que no hay manual. No hay hoja de ruta. No hay solución inmediata. Solo estás ahí. Viviendo algo que no pediste. Sosteniendo un presente que no elegiste. Y sin embargo, es lo que es.

Hoy quiero contarte que yo también estoy en uno de esos momentos.

El novio de mi hija tuvo un accidente grave. Está internado, con una fractura de cráneo. Y desde hace días, todo en mi vida se detuvo. Estoy en modo presencia. Solo eso. Estar. Acompañar. Sostener a mi hija, que atraviesa el dolor más grande que ha sentido en su vida. Y saber que no puedo evitarle nada. No puedo cambiar lo que pasó. No puedo adivinar qué va a pasar. No tengo ninguna respuesta.

Y eso duele.

Me hace preguntarme: ¿Qué hago cuando no puedo hacer nada?

A inicio de año elegí una palabra como guía: fluir.
Fluir con lo que venga.

Confiar en que cuento con las herramientas. Y hoy, más que nunca, esa palabra me abraza. Porque no hay mejor momento que este para recordarme que el control es una ilusión, y que hay algo más sabio que yo sosteniéndome.

Hoy, solo puedo abrazarme al presente. Y en medio del caos, agradecer.

Sí, agradecer.
Porque aunque podría haber sido peor, no fue.
Porque pudo haber muerto, y no murió.
Pudo estar en coma, y está consciente.
Pudo no llegar la ambulancia, y llegó.
Pudo desangrarse, y no pasó.

Pudo no moverse, y puede mover su cuerpo.

Entonces me aferro a lo que sí está bien, aunque sea mínimo. Me aferro a cada pequeño milagro que está pasando a la vez que todo esto. Porque en medio de la incertidumbre, elegir ver la gracia no es ingenuidad es valentía espiritual.

Y eso es lo que hago cuando no sé qué hacer:
Respiro. Agradezco. Confío.
Y me recuerdo que estar presente, sostener con amor, y no huir del dolor… ya es hacer mucho.

Tal vez tú también estés pasando por un momento así. Sin respuestas. Sin certezas. Sin poder hacer nada.

Si es así, solo quiero decirte: no estás solo. Y aunque no puedas cambiar nada allá afuera, puedes elegir cómo estar contigo mientras todo pasa.

Porque a veces, eso es lo único y lo más importante que podemos hacer.

Y mientras les cuento todo esto, me ven aquí , tranquila, tomándome un té porque no había yerba para el mate… y no pasa nada. Estoy en casa, con frío, con la estufa encendida, música suave de fondo y haciendo mi mandala.

Porque a veces no se trata de hacer grandes cosas, sino de hacer algo que nos devuelva a nosotras mismas.

Este es mi pequeño ritual para bajar un cambio, para soltar el control, para centrarme… Porque sí, yo también acompaño personas, sostengo procesos, y hoy me toca sostener el mío.

Y desde este lugar tan humano y cotidiano, quiero preguntarte a ti:

¿Estás pasando o has pasado por un momento donde no sabías qué hacer?
¿Dónde lo único que podías hacer era estar, respirar y confiar en que eso también pasará?

Si se animan los leo en los comentarios. Este espacio es para eso: para compartirnos, para decir “a mí también me pasa” y para crecer juntos.

Porque la vida no es lo que planeamos… La vida es esto que está pasando ahora.

Les dejo un abrazo grandototote
Esperanza





Hello community, how are you? I truly hope you're doing better than I am.

There are moments in life when there's no manual. No roadmap. No immediate solution. You're just there. Living something you didn’t ask for. Holding on to a present you didn’t choose. And yet, it is what it is.

Today, I want to share with you that I, too, am in one of those moments.

My daughter’s boyfriend had a serious accident. He’s in the hospital with a skull fracture. And for days now, everything in my life has come to a halt. I’m in full presence mode. Just that. Being. Accompanying. Holding space for my daughter, who is going through the greatest pain she’s ever felt in her life. And knowing that I can’t take anything away from her. I can’t change what happened. I can’t predict what’s going to happen. I don’t have any answers.

And that hurts.

It makes me ask myself: What do I do when there’s nothing I can do?

At the beginning of the year, I chose a word to guide me: flow. Flow with whatever comes.

Trusting that I have the tools. And today, more than ever, that word wraps around me. Because there’s no better time than this to remind myself that control is an illusion, and that something wiser than me is holding me up.

Today, all I can do is embrace the present. And in the midst of chaos, give thanks.

Yes, give thanks. Because even though it could’ve been worse, it wasn’t. Because he could have died, and he didn’t. He could have been in a coma, and he’s conscious. The ambulance could’ve never arrived, and it did. He could’ve bled out, and that didn’t happen. He could be paralyzed, and he can move his body.

So I hold on to what is okay, even if it’s small. I hold on to every little miracle that is happening alongside all this. Because in the middle of uncertainty, choosing to see grace isn’t naïve—it’s spiritual courage.

And that’s what I do when I don’t know what to do: I breathe. I give thanks. I trust. And I remind myself that being present, holding with love, and not running away from pain… is already doing a lot.

Maybe you’re also going through a moment like this. No answers. No certainty. Nothing you can do.

If so, I just want to tell you: you’re not alone. And even if you can’t change anything out there, you can choose how to be with yourself while everything unfolds.

Because sometimes, that’s the only and the most important thing we can do.

And while I share all this with you, here I am—quiet, sipping tea because there was no yerba for mate… and it’s okay. I’m at home, cold, with the heater on, soft music in the background, and making my mandala.

Because sometimes it’s not about doing big things, but about doing something that brings us back to ourselves.

This is my little ritual to slow down, to let go of control, to center myself… Because yes, I also guide others, hold space for processes, and today it’s my turn to hold my own.

And from this very human and everyday place, I want to ask you:

Have you gone through or are you going through a moment where you didn’t know what to do? Where the only thing you could do was be there, breathe, and trust that this too shall pass?

If you feel like it, I’d love to read you in the comments. This space is for that: to share ourselves, to say “this happens to me too,” and to grow together.

Because life isn’t what we planned… Life is what’s happening right now.

Sending you a big warm hug,
Hope


Foto/Photo by: @esperanzalandia

Edición de Fotos/Photo Editing by: @esperanzalandia

Emojic diseñados en la app / Emojic designed in the app Bitmoji

Diseño de la portada y las imágenes en / Cover design and images in Canva

Traducido con/ Translated with: Deepl

Edición del Video y Subtítulos / Video Editing and Subtitling Inshop


Hoy me agradezco por los miedos que vencí aún con las piernas y el alma rota. Esperanza


Today I thank myself for the fears I overcame even with broken legs and soul. Hope


La grabación del video fue realizado en mi equipo móvil Motorolo E30 / video recording was made on my Motorolo E30 mobile device.



▶️ 3Speak



0
0
0.000
5 comments
avatar

Tu nombre de usuario, @esperanzalandia, es un buen indicio de que hacer cuando las cosas o van bien. Y si, es muy cierto, hay que agradecer, porque tla como dices, pudo ser peor, pero no lo fue.
Mnatener la calma en momentos difíciles es un arte, porque por lo general queremos mantener el control en todo, pero no es posible, solo somos seres humanos en un mundo donde pasan millones de cosas en un mismo momento y seria inviable pretender canalizar cada cosa, debemos confiar, creer, y apoyar en lo que se pueda.

Le deseo a su yerno lo mejor, que salga muy bien de todo este proceso, y que salgan todos fortalecidos de este periodo que les tocó. Bonito día, lleno de buenas noticias.

0
0
0.000
avatar

¡Hola! @esperanzalandia, Tejer y compartir, dos muy buenos ejercicios para liberar el estrés.
Enojarse por la adversidad tampoco me parece mal, siempre que puedas librarte de él con prontitud.
Por lo que cuentas, el pronóstico parece bueno, pero la recuperación puede tardar.
El hermano de mi yerno sufrió un accidente que le ocasiono una fractura de cráneo con derrame cerebral. Solo la prontitud en operarlo le salvo la vida. Pasamos días de angustia mientras estuvo en coma, lo tuvieron que operar varias veces, incluso le retiraron el hueso occipital y se lo insertaron en la cadera mientras bajaba la inflamación cerebral, para volvérselo a colocar en su lugar meses después.
Entre unas y otras el proceso tomo un año entero. Hoy ha transcurrido otro más y el muchacho ha celebrado dos cumpleaños más, regreso a sus estudios universitarios y todo va bien.

Ánimo y fortaleza.

0
0
0.000
avatar

Estar en esas situaciones en las que no puedes hacer nada mas que estar presente es difícil. Es bueno leer que lo haz tomado de buena manera, cuando a mí me tocó era muy joven y no tenia ese conocimiento, por lo que fue complicado. Tu consejo es realmente valioso, espero que llegue a muchas personas que lo necesiten como yo hace unos años. Me encanto tu post, saludos!

0
0
0.000
avatar

Estas podrían ser algunas respuestas a tu gran interrogante... "Supiste hacer, lo que tenías que hacer"... Cuando hace tiempo, te propusiste permitir la fluidez en todo lo que pudiese, de alguna manera, convertirse en algún obstáculo. Cuando decides mantener tu lugar correspondiente en esta relación, de alguna manera, signada por otra relación. Cuando canalizaste la lección, que nunca en una escuela para padres que tampoco existe, te ayudaría. Cuando conversaste y conversas con tu hija y le das las instrucciones que por tu experiencia de vida puedes darle, y además, cuando separas el amor de madre del amor de la hija que está comprometida y que tiene que tomar sus propias decisiones y asumir su rol de pareja. Allí brilló no solo la madre, sino el verdadero amor y la sindéresis. Saludos, amiga @esperanzalandia Todo pasa, esto también...

0
0
0.000