La Antigua Leyenda del Grifo Dorado | Entrada para THE NEST ART CHALLENGE - Concurso Feathered Art Work #5

Sean bienvenidos a la comunidad de Feathered Friends, el nido de las aves que desean de todo corazón emprender el vuelo hasta las estrellas. Disfruta de las novedades relacionadas con las aves, como su concurso:
THE NEST ART CHALLENGE.

Por favor emprendan el vuelo y aterricen en la cuenta de @maiasun84 para darle un saludo.

Hoy miraremos al cielo y pensamos en las aves mitológicas. La magia es real si creen en ella, y el poder místico de estas criaturas aladas alimenta la imaginación. Pero como te sentirías si te revelara un secreto que ha pasado de generación en generación que asegura la existencia de Grifos en nuestro mundo.

Imagen realizada en Artguru

Hace mucho pero mucho tiempo, cuando aun había magia en nuestro mundo, existían unas criaturas aladas que rebosaban de energía mística, se llamaban Grifos. Eran tan grandes como un auto, tenían el cuerpo de un león y la cabeza de un águila, el batir de sus magnificas alas desataban fuertes ráfagas de viento. Eran criaturas tan temidas como veneradas.

Pero existió un Grifo que se convirtió en una leyenda, este fue conocido como Eukar, “El Dorado” fue el rey de que gobernaba los cielos y Vivió en lo más alto de la montaña del destino. Se decía que sus plumas brillaban más que el oro y que estas brindaban buena fortuna a quienes creían en su poder.

Eso despertó la avaricia de un emperador de una tierra lejana, este envió a un ejército de diez mil hombres hacia la cima de la montaña del destino para capturar a “El Dorado” y convertirlo en una mascota.

En ese lugar se desato una feroz batalla entre hombres y Grifos, ese conflicto hizo que Eukar perdiera la fe en la humanidad. Batiendo sus magnificas alas, desato un huracán que puso fin a la guerra.

El viento arraso con todos los humano e hizo que los Grifos emprendieran el vuelo hasta ascender a las nubes.

Eukar juro nunca volver a nuestro mundo mientras existiera la avaricia, voló hacia el cielo para nunca ser visto de nuevo.

Sin saberlo, algunas de sus plumas doradas cayeron y las llevo el viento hasta terminar en alguna parte de nuestro mundo.

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