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On my farm.

Once upon a time, there was a man who lived in the big city of Caracas for many years. He always dreamed of moving to a quieter city—one without much traffic, but located by the sea. While he was studying, he knew that one day he would achieve that dream, so he always prepared himself to live in that kind of place.

The day came when his dreams came true, and he moved to the city of Barcelona. It was still a big city, but less congested. Despite its large population, he could easily travel between Barcelona, Puerto La Cruz, Guanta, and Lechería. He felt that he could reach any of those municipalities in less than an hour, which was simply wonderful—because in Caracas, getting from one municipality to another could take over an hour.

Then something fantastic happened: he met a wonderful woman and they got married. But of course, before getting married, he met her family—at that time, she was still his girlfriend. Her parents lived in the plains of Venezuela, where there are many farms. He completely fell in love with that land, and that’s where his new dream began: to own a farm. But to make that happen, he had to move again—this time to the lands of Guárico.

There, peace truly fills the air. Time seems to stand still. In his dreams, besides moving to those lands, his desire was to have a farm—but not just any farm. It would be something completely unconventional. Among his livestock, he wouldn’t have cows, horses, sheep, or even pigs.

His goal was to have a farm for raising deer. More specifically, white-tailed deer—animals that can be found from Canada to northern South America, including tropical regions like Venezuela, especially in the plains. He dreamed of having a farm with these animals, knowing that their meat was highly valued. He believed it would be a great investment, allowing him to do what he loved while still working.

His dream came true. He had his farm and his deer, and now he lives in the plains of Venezuela.

En mi granja

Érase una vez un hombre que vivía en la gran ciudad de caracas por muchos años siempre pensó en mudarse para otra ciudad más tranquila de esas donde no hay mucho tráfico, pero que estuviera frente al mar, el mientras estudiaba sabia que ese sueño algún día lo lograría así que siempre se preparó para vivir en esa ciudad.

Llego el día cuando sus sueños se le cumplieron y se mudó para la ciudad de Barcelona sigue siendo una gran ciudad, pero menos congestionada a pesar de su gran cantidad de población él se podía desplazar entre Barcelona, Puerto la Cruz, Guanta y lechería, sentía que podía estar en menos de una hora en cualquiera de esos municipios simplemente era algo maravilloso, porque en caracas para poder llegar de un municipio a otro podía pasar mas de una hora en poder llegar.

Ahora bien le paso algo fantástico, conoció a una gran mujer y se casaron, pero por supuesto antes de casarse él conoció a la familia de su esposa en ese momento era su novia, y los papas de ella vivía en el llano de Venezuela donde existen muchas granjas, el quedo totalmente enamorado de esa tierra y allí comenzó su nuevo sueño y era poder tener una granja, pero para poder hacer eso tenía que volver a mudarse a esas tierras guariqueñas.

Allí si es verdad que se respira tranquilidad el tiempo pareciera que se detuviera en sus sueños además de mudarse a esas tierras, su deseo era poder tener una granja, pero era una granja algo totalmente de fuera de lo convencional, ya que entre sus animales de cría no tendría vacas, no caballos, ni ovejas, ni mucho menos tendría cerdos.

Su meta era tener una granja para la cría de venados. Más específicamente, parecen ser ciervos de cola blanca, aunque son animales que se pueden encontrar desde Canadá hasta el norte de Sudamérica, incluyendo zonas tropicales como Venezuela y más especifico en la zona de los llanos de Venezuela, él pensaba y tenía ese sueño de tener su granja con esos animales él sabía que la carne de esos animales era muy bien cotizada por ende sabía que sería una muy buena inversión así que estaría haciendo lo que le gusta teniendo una granja sin dejar de trabajar.

El sueño se cumplió, tuvo su granja y sus venados y ahora vive en los llanos de Venezuela

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Invito a participar a @yasmarit y @mariperez316

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Venezuela brillará siempre, a pesar de su oscuro gobierno.

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Para ser feliz solo debes tomar tu propia decisión. / To be happy, you just have to make your own decision.

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