The sudden and the gradual, avalanche and stream / Lo repentino y lo gradual, avalancha y riachuelo (eng-esp)

Hello, friends of @holos-lotus

For something to seem incredible, it's not just the rarity or complexity of the event that's important, but also the speed at which it occurs. If it happens slowly enough, it will seem like the most normal thing in the world.

source

But the sudden and violent occurrence, even of something that has been repeated many times, becomes imprinted in memory with the force of a blow made of clay. Other times, the event occurs slowly, but remains unnoticed until a moment, when we notice it with the violence of something sudden.
The interplay between the violent and the gradual becomes the back-and-forth of surprise. We get used to the gradual, and then the sudden comes to move us, and those emotions are as strong as our perception of what's happening is sudden.
Perhaps it's because we feel capable of controlling what happens slowly, since we have time to stop it, and we prefer to pay attention to what happens more quickly, leaving it in the background.

source

But the sum of sudden events over a longer-term horizon becomes a stability through repetition. It's understandable, due to evolutionary action, that we react more to what happens suddenly than to what happens gradually, but that's unfair to what happens gradually.
A husband who is always there can take a backseat to a new child or a new friend. Someone from whom we don't know what to expect keeps us more attentive than someone who deceives what we know about them so gradually that we don't even notice it as a deception, only as a genuine change.
We long for peace and stability, but we end up feeling uncomfortable living in it almost as much as in uncertainty, and that discomfort in comfort ends up making us feel guilty, when it's possible that what actually happens is that peace gently brings changes to us, allowing us to adapt easily, while uncertainty keeps us active, prepared, with the very clear goal of reaching the island of stability. We end up confusing peace with boredom and tedium, uncertainty with excitement and discovery.

source

Both to develop a story and to live the story of our own life, we must remember our natural reaction to the gradual and the sudden, to what we become accustomed to and what surprises us because of the time in which it occurs.
Perhaps this way we will realize that many things that should surprise us because they happen gradually don't, and many that shouldn't interest us do so because they happen suddenly.
Dangers can even become more difficult to avoid the more time we have to dodge them. While we are alert to sudden dangers, those that manifest very gradually end up being ignored until they pass the point of no return. However, to do so, they often must be dangers that are not identified as such, so they take longer to become threatening.

Take care of me from the still waters, and I will take care of the rough ones.

---

Versión en español

---

Hola, amigos de @holos-lotus

Para que algo parezca increíble, no solo es importante la rareza o complejidad del suceso, sino la velocidad a la que ocurre. Si se da con la suficiente lentitud, nos parecerá lo más normal del mundo.

fuente

Pero la ocurrencia repentina y violenta, incluso de algo que se ha repetido muchas veces, se convierte en algo impreso en el recuerdo con la fuerza de un golpe en plastilina. Otras veces el suceso ocurre con lentitud, pero permanece inadvertido hasta un momento, donde lo notamos con la violencia del que ocurre de repente.
El juego entre lo violento y lo gradual se convierte en el vaivén de la sorpresa. Nos acostumbramos a lo gradual y luego viene lo repentino a emocionarnos, y esas emociones son tan fuertes como repentina es nuestra percepción de lo que ocurre.
Tal vez sea porque nos sentimos capaces de controlar lo que va ocurriendo con lentitud, ya que tenemos tiempo para atajarlo, y preferimos atender a lo que va más rápido, lo dejamos en segundo plano.

fuente

Pero la suma de hechos bruscos en un panorama a más largo plazo se va convirtiendo en una estabilidad por repetición. Es comprensible, por acción evolutiva, que reaccionemos más o lo que pasa de repente que a lo que va poco a poco, pero eso es injusto con lo que va poco a poco.
Un esposo que siempre está puede quedar en segundo plano respecto a un niño que llega o a una nueva amistad. Alguien de quien no sabemos qué esperar nos tiene más atentos que quien va engañando lo que sabemos de él de una forma tan gradual que ni siquiera lo notamos como un engaño, solo como un cambio sincero.
Ansiamos la paz, la estabilidad, pero terminamos por sentirnos incómodos viviendo en ella casi tanto como en lo incierto, y esa incomodidad en la comodidad termina por hacernos sentir culpables, cuando es posible que lo que ocurra sea que la paz va dándonos los cambios de forma suave, y nos permite adaptarnos con facilidad, mientras que lo incierto nos mantiene activos, preparados, con el objetivo muy claro de llegar a la isla de estabilidad, y terminamos confundiendo la paz con el aburrimiento y el tedio, lo incierto con lo emocionante y el descubrimiento.

fuente

Tanto para desarrollar una historia, como para vivir la historia de nuestra propia vida, hay que recordar nuestra reacción natural ante lo gradual y lo repentino, lo que nos acostumbra y lo que nos sorprende por el tiempo en que ocurre.
Puede que así nos demos cuenta de que muchas cosas que debían sorprendernos porque ocurren poco a poco no lo hacen, y muchas que no debían interesarnos lo hacen porque suceden de pronto.
Los peligros, incluso, pueden ser más difíciles de evitar cuanto más tiempo tenemos para esquivarlos, ya que, atentos a los peligros repentinos, aquellos que van manifestándose muy poco a poco terminan desatendiéndose hasta que pasan el punto de no retorno, aunque para eso, muchas veces, deben ser peligros que no se identifican como tal, por lo que demoran en ser amenazantes más que nada.

Cuídame del agua mansa, que de la brava me cuidaré yo.