Contacto del tercer piso [Also in English]
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Este ha sido el año de la mancha para Leonardo. No ha pegado ni uno solo de sus objetivos. Eso lo ha tenido con los ánimos por el piso. Llegó la época de Navidad, cuando todos saltan, festejan, se aman… y Leonardo sigue sumergido en la desesperanza.
Pero algo lo hizo levantar la mirada.
Estaba abriendo la puerta de su apartamento cuando, de repente, un destello lo iluminó desde el otro lado del pasillo. Era una nueva vecina: cabello cobrizo, ojos avellana que podían detener el tráfico. Si pudiéramos describir lo que el hombre sintió en ese instante, sería algo así: la tapa de sus sesos salió volando por la presión del vapor que le subió a la cabeza. Quedó fascinado solo de verla. ¡Pero imaginen cuando le habló!
La chica le dio los buenos días. Debe ser porque él todavía tenía la tapa de los sesos en el piso y la quijada por allá mismo. Parecía una estatua horrenda de un tarado. Pero lejos de espantarla, esa torpeza le causó gracia, y la pelirroja le sonrió.
Algo en Leonardo se activó y le gritó internamente que reaccionara. No podía quedarse con la llave pegada a la puerta y la vista perdida en aquel rostro de espectáculo. Entonces, por fin, saludó.
La pelirroja, que no era teñida, se presentó como Corina. Había comprado el apartamento y quería comenzar con buenas relaciones entre los vecinos. Nadie se lo preguntó, pero de inmediato soltó que era soltera y que le encantaba el diseño digital. En ese momento la iluminación divina le cayó de lleno a Leonardo. Aquellos datos que la chica soltó sin filtro le hicieron olvidar el trágico año de la mancha y le mostraron un nuevo amanecer.
Del tiro se le olvidó a dónde iba.
Se despidieron y ella cerró su puerta. Él hizo lo propio; total, ni sabía cómo se llamaba. Solo buscaba, dentro de su cabeza atolondrada, la forma de volver a tener contacto del tercer tipo con ese ser. Sí, del tercer tipo, porque jamás había visto algo tan hermoso en el planeta. Y mira que este tipo ha rodado y conocido chicas.
Pero la suerte siempre acompaña a los que no se bañan. El universo conspiró de forma descarada para que estos dos se tropezaran seguido, y eso alimentó una amistad profunda que empezó a alzar vuelo rumbo a algo más grande de lo que Leonardo jamás imaginó.
Pero no todo era perfecto.
Qué vaina que cuando uno está a gusto y siente que por fin va a comerse algo sabroso… aparece un pelo.
Eso mismo le pasó a Leonardo. Él es extremadamente higiénico y ordenado. Cuando hay agua en las tuberías, se baña cinco veces al día. Su apartamento, su escritorio e incluso los archivos de su laptop están organizados milimétricamente, clasificados para que todo sea fácil de encontrar. Como es alérgico al polvo, todo debe estar impecable. Y no solo por la alergia: su condición hace que cualquier cosa fuera de lugar o sucio lo perturbe profundamente.
Pues bien: al entrar al apartamento de la pelirroja, se encontró con que —aunque ella estaba recién mudada— todo era un asco, y el desorden reinaba. Eso lo golpeó. Se tapó los ojos mientras repetía mentalmente: “¡No quiero ver, no quiero ver!”
Se sintió tan incómodo que improvisó una excusa y salió a toda mecha de allí. No importó que ese día le iban a dar de comer a su loco; no importó que Corina fuera lo más hermoso que sus ojos habían visto. La suciedad y el caos eran imperdonables. Ni Dios ni él podían lidiar con eso.
El terror fue tan grande que ni regresó a su apartamento. Fue directo al ascensor, buscando escapar del mundo. Oprimió el botón. Esperó. Y esperó. Y volvió a apretarlo. Varias veces. Hasta que por fin la puerta se abrió.
Dentro estaba una rubia explosivamente hermosa que lo recibió con una sonrisa. Otra chica soltera recién mudada.
Y así comenzó otra historia de Leonardo.
Y a mí se me acabaron los cinco minutos del “year of the blob”.
Todos los Derechos Reservados. © Copyright 2021-2025 Germán Andrade G.
El contenido original fue escrito para:
5 December 2025, @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2942: year of the blob por @daily.prompt.
Todas las imágenes fueron editadas usando CANVA.
Es mi responsabilidad compartir con ustedes que, como hispanohablante, he tenido que recurrir al traductor Yandex Translate para poder llevar mi contenido original en español al idioma inglés. También, hago constar que he utilizado la herramienta de revisión gramatical Grammarly.
Caracas, 5 de diciembre de 2025
English
Third-Floor Contact
This had been the year of the blob for Leonardo. He hadn’t hit a single one of his goals. His spirits were on the floor. The Christmas season arrived —when everyone jumps, celebrates, and loves— and Leonardo remained submerged in hopelessness.
But something made him lift his head.
He was unlocking his apartment door when, suddenly, a burst of light hit him from across the hallway. It was a new neighbor: copper hair, hazel eyes that could stop traffic. If we could describe what the man felt in that moment, it would go something like this: the top of his skull blew off from all the steam rushing upward. He was mesmerized just by seeing her. But imagine how he felt when she spoke.
The girl wished him good morning. Probably because he still had the top of his skull on the floor, along with his jaw. He looked like a horrendous statue of a clueless idiot. But instead of scaring her off, his awkwardness made the redhead laugh, and she smiled at him.
Something inside Leonardo activated and screamed at him to react. He couldn’t stay there with the key stuck in the door and his eyes lost in that stunning face. So, finally, he greeted her.
The redhead —not dyed— introduced herself as Corina. She had just bought the apartment and wanted to start with good relationships among the neighbors. No one asked, but she immediately added that she was single and that she loved digital design. In that instant, divine light descended entirely on Leonardo. Those details she shared so casually made him forget the tragic year of the blob and showed him a new dawn.
He instantly forgot where he had been going.
They said goodbye, and she closed her door. He did the same, though honestly, he didn’t even know his own name at that point. He was just searching inside his scrambled brain for a way to have another third-kind contact with that being. Yes, third kind, because he had never seen anything so beautiful on this planet —and trust me, this guy has traveled and met women.
But luck always follows those who don’t shower. The universe conspired shamelessly for them to run into each other often, and that nurtured a deep friendship that began to spread its wings toward something bigger than Leonardo ever imagined.
But not everything was perfect.
It’s always the same: right when you feel comfortable and think you’re about to enjoy something delicious… a hair appears.
That’s exactly what happened to Leonardo. He is extremely hygienic and organized. When there’s water in the pipes, he showers five times a day. His apartment, his desk, even the files on his laptop are meticulously arranged, classified so everything is easy to find. Because he’s allergic to dust, everything must be spotless —and not just because of the allergy; his condition makes anything out of place deeply disturb him.
Well, the moment he entered the redhead's apartment, he discovered that although she had just moved in, the place was a complete mess, and chaos reigned. That hit him like a brick. She covered her eyes, mentally repeating: "I don't want to see, I don't want to see!”
He felt so uncomfortable that he improvised an excuse and rushed out of there. It didn’t matter that that day he was about to feed his crazy side; it didn’t matter that she was the most beautiful being he had ever seen. He wasn’t going to tolerate filth and disorder. That had no forgiveness from God —and much less from him.
The terror was so overwhelming that he didn’t even return to his own apartment. He headed straight to the elevator, wanting to escape the world. He pressed the button. Waited. And waited. And pressed again. Several times. Until finally the door opened.
Inside was an explosively beautiful blonde who greeted him with a smile. Another single woman who had just moved in.
And that’s where another story of Leonardo began…
And my five minutes of the year of the blob are up.
All rights reserved. © Copyright 2021-2025 Germán Andrade G.
The original content was written for:
5 December 2025, @mariannewest's Freewrite Writing Prompt Day 2942: year of the blob by @daily.prompt.
All images were edited using CANVA.
Caracas, December 5, 2025
It is my responsibility to share with you that, as a Spanish speaker, I have had to resort to the translator Yandex Translate to translate my original Spanish content into English. I also state that I have used the grammar-checking tool Grammarly.
Leonardo parece tener una vida emocional bastante agitada, con momentos de esperanza, desilusión y sorpresas constantes.
Me encanta cómo su personalidad tan peculiar y detallista lo lleva a situaciones tan únicas.
Al final, parece que el destino no deja de jugar con él, y vaya manera de cerrar con otra posible aventura.
Definitivamente, Leonardo tiene mucho por descubrir en su camino.
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