Children's Day is the official name for the celebration of Children's Day in Argentina, a name that I find very nice and inclusive, using the word that is so fashionable these days.
The reason is very simple, by using plural, I feel included in the childhoods. It is clear that I am at the beginning of my third childhood, and if you have any doubts, I tell you that I am waiting for my third set of teeth, which will not take long.

Coincidentally, yesterday I was out walking with my son, now an adult, who took me to see a couple of shopping malls in the city of Buenos Aires. Unlike my daughter @isauris, who captures everything on her phone, to later share it in a post, he only took the seventh image, which I use to liven up these words.

Returning to Children's Day, the truth is that I don't remember having celebrated this date until my children were of school age and they have long since left it behind.
In the past, children were celebrated for their birthday, Christmas or Three Kings' Day and at the end of the school year, as long as they finished with passing or excellent grades.
The above has its variants, depending on the cultural traditions of each family and country. In my case, I remember that they gave us toys, books and clothes for Three Kings' Day, just when the winter holidays ended.
When I arrived in Venezuela, that changed and we received the gifts on December 24, but I was not at the age for toys, although I continued to play and we usually ended up playing with the toys of the youngest of us.
When I became a father and while my children were in their infancy, I tried to make them enjoy toys according to their age and tastes, to the extent of my possibilities, so I visited toy stores where I spent hours looking for what to buy for them and my nephews. I remember my father telling me that my ideal job would be a toy store, because when I visited them I forgot the passage of time.
Today my toys are different, but I still enjoy a visit to a toy store. There was a very special one in Caracas, on a cross street on Calle Real de Sabana Grande, where we bought my younger brother a Scalextric track, which lasted several years as we bought cars and accessories to expand it, even though we were already adults who worked and studied.

With this old photo from my distant childhood, I say goodbye.
First, I want to leave you with a gift I received some time ago, the child's gaze, which discovers stars in unexpected places.

En Español

Feliz Día de las Infancias

Día de las Infancias es la denominación oficial de la celebración del día del niño en Argentina, nombre que me parece de lo más simpático e inclusivo, por usar la palabra tan de moda por estos días.
La razón es muy simple, al emplear plural, las infancias me siento incluido. Es evidente que me encuentro al inicio de la tercera infancia, y si se plantean alguna duda, les comento que estoy a la espera de mi tercera dentición, que no tarda.

Casualmente, el día de ayer estuve paseando en compañía de mi hijo, ya adulto, que me llevo a conocer un par de centros comerciales de la ciudad de Buenos Aires. A diferencia de mi hija @isauris, que todo lo capta en su teléfono, para luego compartirlo en alguna publicación, el solo tomo la siente imagen, que me sirve para amenizar estas palabras.

Volviendo al Día del Niño, la verdad es que no recuerdo haber celebrado esta fecha hasta que mis hijos estaban en edad escolar y ellos hace mucho que ya la dejaron atrás.
En el pasado, a los niños se les festejaba por su cumpleaños, Navidad o Día de Reyes y a fin de curso, siempre que terminaran con notas aprobatorias o excelentes.
Lo anterior tiene sus variantes, dependiendo de las tradiciones culturales de cada familia y país. En mi caso recuerdo que nos regalaban juguetes, libros y ropa por reyes, justo cuando terminaban las vacaciones invernales.
Para cuando llegue a Venezuela eso, cambio y los regalos los recibíamos el 24 de diciembre, pero yo no estaba en edad de juguetes, aunque continuará jugando y por lo general terminábamos jugando con los juguetes del menor de nosotros.
Cuando fui padre y mientras duro la infancia de mis hijos, trate de que disfrutaran de juguetes acordes a su edad y gustos, en la medida de mis posibilidades, por lo que visitaba jugueterías donde pasaba horas buscando que comprar para ellos y mis sobrinos.
Recuerdo a mi padre diciéndome que mi trabajo ideal sería una juguetería, pues cuando las visitaba se me olvidaba el paso del tiempo.
Hoy mis juguetes son otros, pero igual disfruto de una visita a una juguetería. Había en Caracas, una muy especial en una transversal de la calle Real de Sabana Grande, donde compramos a mi hermano menor una pista Scalextric, que le duro varios años en que fuimos comprando autos y accesorios para ampliarla y eso que ya éramos adultos que trabajábamos y estudiábamos.

Con esta vieja foto de mi lejana infancia, me despido.
Antes quiero dejarles un regalo que recibí hace tiempo, la mirada infantil, que descubre estrellas en lugares insospechados.

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