One of life's secrets / Uno de los secretos de la vida (eng-esp)

avatar

Hello, friends of @holos-lotus.

A long time ago, the writer Fyodor Dostoevsky said: “The secret of human existence lies not only in living, but also in knowing what one lives for,” and he was absolutely right. He still is.

This idea is much more than a literary quote. It has become a true practice in my life. It has to be this way, since it's not an abstract reflection, but a concrete necessity.

All of us, without exception, must choose a purpose, set clear goals, and chart one or, if possible (and this is what I advise), several destinations toward which to move.

Since we're talking about Dostoevsky, let's think of this purpose as the central plot of a novel. The other purposes are those subplots that serve to add color and flavor to the story.

Furthermore, in one way or another, they bring me closer to my goal, my main purpose.

In my case, this isn't a theory. My main purpose is tied to my career as a concert guitarist. That was my dream since I was little.

Of course, all of this is a specific objective that guides my daily decisions. Every hour of practice, every study of a score, every choice about how I use my time, is filtered through this question: does this bring me closer to or further from my goal? Without a defined destination, my actions would be random and lack direction.

Having a clear purpose drives me to strive for myself and to be better every day. When I know why I get up each morning, discipline ceases to be a burden.

The difficulty of mastering a complex passage or the pressure before a concert transforms into necessary challenges, not insurmountable obstacles.

My purpose acts as an internal engine. It compels me to overcome laziness, manage frustration, and persevere when results are not immediate.

Without it, it would be easy to stagnate, to become complacent.

Without a purpose, without dreams to achieve, we would simply exist. We would fall into what José Ingenieros aptly conceptualized as mediocrity.

This doesn't refer to a lack of economic resources, but rather to a poverty of ambition and spirit. Poverty of soul.

It is a reactive existence, where one merely responds to external stimuli without any direction of one's own.

It is drifting aimlessly, instead of sailing towards a chosen port. That life, even if it may be full of activity, lacks profound meaning.

Of course, having a purpose doesn't mean being obsessed with the future.

On the contrary, it's this desire to know how to live that allows me to enjoy both the small things and the biggest achievements more. Knowing where I'm going allows me to value the process.

I enjoy the satisfaction of a well-learned piece, the connection with the audience in a small recital, the beauty of a resolved harmony.

I know how to enjoy and value these moments because I understand their place on the larger path. Purpose doesn't take away from the present; it gives it a deeper dimension.

Ultimately, knowing what I live for has taught me how to live.

Let's learn to truly live.


Versión en español


Hola, amigos de @holos-lotus.

Hace mucho tiempo el escritor Fiódor Dostoievski dijo: “el secreto de la existencia humana no solo está en vivir, sino también en saber para qué se vive“, y tenía mucha razón.
Aún la tiene.

Esta idea es mucho más que una cita literaria. Ha llegado a convertirse en una verdadera práctica en mi vida.
Tiene que ser así, puesto que no se trata de una reflexión abstracta, sino de una necesidad concreta.

Todos nosotros, sin excepción, debemos elegir un propósito, establecer metas claras y trazar uno o, de ser posible (y es lo que aconsejo), varios destinos hacia los cuales avanzar.
Ya que hablamos de Dostoievski, pensemos en este propósito como la trama central de una novela. Los demás propósitos son esas tramas secundarias que funcionan para añadir color y sabor a la historia.
Además, de un modo y otro, me acercan más a mi meta, a mi propósito principal.

En mi caso, esto no es una teoría. Mi propósito principal está ligado a mi carrera como guitarrista concertista. Ese fue mi sueño desde pequeña.
Por supuesto, todo esto es un objetivo específico que guía mis decisiones diarias. Cada hora de práctica, cada estudio de una partitura, cada elección sobre cómo uso mi tiempo, está filtrada por esta pregunta: ¿esto me acerca o me aleja de mi meta?
Sin un destino definido, mis acciones serían aleatorias y carecerían de dirección.

Tener un propósito claro me impulsa a luchar por mí mismo y a ser mejor cada día. Cuando sé para qué me levanto cada mañana, la disciplina deja de ser una carga.
La dificultad de dominar un pasaje complejo o la presión antes de un concierto se transforman en desafíos necesarios, no en obstáculos insuperables.
Mi propósito actúa como un motor interno. Me obliga a superar la pereza, a gestionar la frustración y a perseverar cuando los resultados no son inmediatos.
Sin él, sería fácil estancarme, conformarme.

Sin un propósito, sin sueños por alcanzar, solo viviríamos por vivir. Caeríamos en lo que José Ingenieros conceptualizó acertadamente como mediocridad.
No se refiere a una falta de recursos económicos, sino a una pobreza de ambición y espíritu. Pobreza de alma.
Es una existencia reactiva, donde uno se limita a responder a los estímulos externos sin una dirección propia.

Es flotar a la deriva, en lugar de navegar hacia un puerto elegido. Esa vida, aunque pueda estar llena de actividad, carece de sentido profundo.

Por supuesto que tener un propósito no significa vivir obsesionado solo con el futuro.
Por el contrario, es esa ansia de saber vivir la que me hace disfrutar más tanto de las pequeñas cosas como de los logros mayores. Al saber hacia dónde voy, valoro el proceso.
Disfruto la satisfacción de una pieza bien aprendida, la conexión con el público en un recital pequeño, la belleza de una armonía resuelta.
Sé disfrutar y valorar estos momentos porque entiendo su lugar en el camino más grande. El propósito no me quita el presente; le da una dimensión más profunda.
Saber para qué vivo me ha enseñado, en definitiva, cómo vivir.
Aprendamos a vivir, realmente.



0
0
0.000
1 comments