He who perseveres, achieves / El que persevera, logra (eng-esp)

Hello, friends of Holos & Lotus

Today I'm returning home, as usual, but this time to discuss a topic I've been discussing with my students for quite some time: perseverance.

There are some who don't value the importance of this quality, hence this reflection.

Some people mistakenly believe that success is something you either have or you don't. That it's an innate quality, a gift reserved for some people. In other words, some are born with the gift of being successful in whatever they set out to do.
And sometimes it seems that way.
Life, with its countless trials, taught me that true success is a destination reached in only one way: through perseverance.

I've learned that perseverance isn't a grand, heroic act. It isn't; rather, it's the sum of many small, everyday acts of heroism. It's the personal choice to get up despite fatigue, to try one more time when the previous result was a failure, to keep going when the inner voice screams that it's easier to give up and do something else.

Perseverance is the tenacious thread that unites all my (or our) not yets to finally turn them into a now yes.

I've seen the most beautiful dreams of some students and friends wither and end up dying due to a lack of perseverance. I've seen promising careers cut short for this reason.
But luckily, I've also witnessed how seemingly impossible goals are achieved and surpassed "simply" because someone refused to let go.
And that, in reality, is neither simple nor easy.
Perseverance is what shapes the rough marble of our potential. It's not about not feeling fear or doubt; on the contrary, it's about feeling that fear and, even so, taking the next step. It's the discipline of replacing the paralyzing question of Can I do it? with the determined affirmation of I'll keep trying.
And here the key word is discipline.

On my own path, the biggest obstacles haven't been resounding failures, but the slow, corrosive temptation of resignation. It's that gray comfort of settling for what there is, of accepting that things are the way they are. Perseverance is the antidote to that poison. It's the active reminder that I own my effort, even if I don't always own the outcome.

Life doesn't necessarily reward the smartest or the most talented, but the most persistent. We all know that.

Because perseverance is the acid test of how much we truly desire something. It's the craft that builds character, the one that teaches us that every fall is part of the journey, not the end. In the end, it's not about not falling, but about persevering until getting up becomes a reflection of the soul.
#Hive is an example of that. #greenzone is also an example of perseverance.
Congratulations.

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Versión en español

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Hola, amigos de Holos & Lotus

Hoy regreso a casa, como es de costumbre, pero esta vez para conversar sobre un tema del que vengo conversando con mis alumnos hace un buen tiempo: la perseverancia.
Hay algunos que no valoran la importancia de esta cualidad y de ahí esta reflexión.

Algunos creen de forma errónea, que el éxito es algo que se tiene o no se tiene. Que es una cualidad innata, un don reservado para algunas personas. O sea, que algunos nacen con el don de ser exitosos en lo que se propongan.
Y a veces parece que es así.
La vida, con sus incontables pruebas, me enseñó que el verdadero éxito es un destino al que se llega de una sola forma: con la perseverancia.

He aprendido que la perseverancia no es un acto heroico y grandilocuente. No lo es; sino la suma de muchos pequeños y cotidianos actos de heroicidad. Es la elección personal de levantarse a pesar del cansancio, de intentarlo una vez más cuando el resultado anterior fue un fracaso, de seguir adelante cuando la voz interior grita que es más fácil rendirse y hacer otra cosa.
La perseverancia es el hilo tenaz que une todos mis (o nuestros) aún no para convertirlos, finalmente, en un ahora sí.

He visto cómo los sueños más bellos de algunos alumnos y amistades se marchitan y terminan muriendo por falta de constancia. He visto carreras prometedoras truncadas por este motivo.
Pero por suerte también he atestiguado de cómo metas aparentemente imposibles se alcanzan y superan “simplemente” porque alguien se negó a soltar la cuerda.
Y eso, en realidad, no es ni simple ni mucho menos, fácil.
La perseverancia es la que da forma al mármol tosco de nuestro potencial. No se trata de no sentir miedo o duda; al contrario, se trata de sentir ese miedo y, aun así, dar el siguiente paso. Es la disciplina de reemplazar la pregunta paralizante de ¿Puedo hacerlo? por la afirmación determinada de Lo seguiré intentando.
Y aquí la palabra clave es disciplina.

En mi propio camino, los mayores obstáculos no han sido los fracasos estruendosos, sino la lenta y corrosiva tentación de la resignación. Es esa comodidad gris de conformarse con lo que hay, de aceptar que las cosas son así. La perseverancia es el antídoto contra ese veneno. Es el recordatorio activo de que yo soy dueña de mi esfuerzo, aunque no siempre sea dueña del resultado.

La vida no premia necesariamente al más inteligente o al más talentoso, sino al más persistente. Eso lo sabemos todos.
Porque la perseverancia es la prueba de fuego de cuánto deseamos realmente algo. Es la artesana que forja el carácter, la que nos enseña que cada caída es parte del camino y no el final del mismo. Al final, no se trata de no caer, sino de perseverar hasta que levantarse se convierta en un reflejo del alma.
#Hive es un ejemplo de eso. También #greenzone es un ejemplo de perseverancia.
Felicidades.