A tough pill to swallow / Un trago difícil de tragar (eng-esp)

Hello, friends of Holos & Lotus.
I don't usually write about negative topics. In fact, I don't like to talk about negative topics, which is why I hadn't decided to participate in @charjaim's initiative about life's bitter pills.
However, I recently had to experience one, and it was a very bitter one.

A little over a week ago, I went on vacation with my husband and children to Havana. We had planned this trip for several months, but when it came time to buy return tickets, we were only able to get mine, my son's, and two tickets in my husband's name.
Because children can't travel alone, we couldn't change it or get another ticket just for him.
So we decided to do what we've done before, and when it was time to travel, we rectified all the tickets, and my son would travel in my husband's seat.
It's that simple.
It's not the right thing to do, but it's what we can do, since getting a bus ticket in Cuba is extremely difficult.

The vacation was wonderful. That week flew by, and before we knew it, it was time to return.

The four of us immediately headed to the bus terminal and rectified the three tickets: mine, my son's, and my husband's. The fourth ticket, also in my husband's name, was for the next day.

Where did the complication come from?
When the head waiter told me I couldn't sit in my husband's seat with my son,
When I explained what had happened, her response was that she didn't care and it wasn't her problem. She told me the only possible solution was to send my youngest son to the waiting list terminal, more than 16 km away, so he could get on there if I could find another ticket.
The other solution she gave me was to stay and not return; or to leave with my youngest son and leave the other one there alone, abandoned in the bus terminal.

I literally cried to her, begging her as a mother to let my son ride in my husband's seat. The seat had already been removed and re-fixed. But she didn't flinch.
In the end, I talked my husband into picking up my son and returning together the next day.
Watching the bus leave the station with 14 empty seats was very painful. That woman, in her position of power, simply didn't want to help and instead caused harm.
I still get emotional and cry when I remember seeing my son left alone on the bus station platform while he left for our province.
And a little further behind him was the woman who prevented us from leaving together, smiling and unfazed.

Thank goodness, in less than 24 hours, my son and husband were traveling back together.

However, I had to swallow that bitter pill.

How many times have we talked in this community about the opportunity to do good whenever it's within our power?

How many times have we talked about karma? How many posts have we made about how women should stick together and help each other?

The family should always be united.

I still can't understand how that woman was so indifferent and allowed a mother to leave her son abandoned at a bus station.

Yes, because she didn't know he was going to be picked up. She simply didn't care.

That isn't the behavior of a good human being, much less a mother.

I can't understand why she didn't want to help, and instead was determined to do as much harm as possible, even without knowing me.
I don't know, and I don't think I'll ever know.
It doesn't matter anymore. My family is together again.
We're happy again.

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Versión en español

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Hola, amigos de Holos & Lotus.
Por lo general no suelo escribir sobre temas negativos. De hecho, no me gusta hablar de temas negativos, por eso no me había decidido a participar en la iniciativa de @charjaim sobre los tragos amargos de la vida.
Sin embargo, recientemente tuve que vivir uno y muy amargo.

Sucede que hace poco más de una semana me fui de vacaciones con mi esposo y mis hijos para la Habana. Habíamos planificado este viaje durante varios meses, pero a la hora de sacar los pasajes de regreso, solamente pudimos sacar el mío, el de mi hijo y dos pasajes a nombre de mi esposo.
Debido a que los menores no pueden viajar solos, no podíamos cambiarlo ni sacarle otro solo para él.
De modo que decidimos hacer como hemos hecho en otras ocasiones y a la hora de viajar, rectificamos todos los pasajes y mi hijo viajaría en el asiento de mi esposo.
Así de sencillo.
No es lo correcto, pero es lo podemos que hacer, ya que conseguir un pasaje en ómnibus, en Cuba, es en extremo difícil.

Las vacaciones fueron una maravilla. Esa semana pasó volando y cuando menos no esperábamos ya era el momento de regresar.
Enseguida salimos los cuatro para la terminal de ómnibus y rectificamos los tres pasajes el mío, el de mi hijo y el de mi esposo. El cuarto pasaje, también a nombre de mi esposo, era para el día siguiente.
¿Dónde vino la complicación?
Cuando la jefa de sala me dijo que no podía ocupar el asiento de mi esposo con mi hijo.
Cuando le expliqué lo sucedido, su respuesta fue que a ella no le interesaba y no era su problema. Me dijo que la única solución posible, era mandar a mi hijo menor de edad hasta la terminal de lista de espera que quedaba a más de 16 km de distancia, para que se montara allá, si conseguía otro pasaje.
La otra solución que me dio era quedarme y no regresar; o irme con mi hijo pequeño y dejar al otro ahí solo, abandonado en la terminal de ómnibus.

Yo le lloré, literalmente, le supliqué como madre que dejara a mi hijo montar en el asiento de mi esposo. El asiento ya estaba apagado y rectificado. Pero ella no se inmutó.
Al final hablé con mi esposo para que recogiera a mi hijo y regresaran juntos al día siguiente.
Algo muy doloroso fue ver como el ómnibus se marchaba de la estación con 14 asientos vacíos. Sencillamente aquella señora, en su posición de poder, no quiso ayudar y más bien lo que hizo fue perjudicar.
Todavía me emociono y lloro cuando recuerdo ver a mi hijo quedarse solo en el andén de la estación de ómnibus mientras el niño se partía hacia nuestra provincia.
Y un poco más atrás de él se encontraba muy risueña e imperturbable, la mujer que impidió que nos fuéramos juntos.

Gracias a la vida, en menos de 24 horas, ya mi hijo y esposo viajaban juntos de regreso.

Sin embargo tuve que tragarme aquel trago bien amargo.
¿Cuántas ocasiones hemos conversado en esta comunidad sobre la oportunidad de hacer el bien siempre que se encuentre en nuestras manos?
¿Cuántas veces hemos hablado del karma? ¿Cuántas publicaciones hemos hecho al respecto de que las mujeres debemos permanecer unidas y ayudarnos?
La familia siempre debe estar unida.

Aún no logro comprender como aquella mujer fue tan indolentes y permitió que una madre dejar a su hijo abandonado en una estación de ómnibus.
Sí, porque ella no sabía que a él lo iban a recoger. Sencillamente, no le importó.
Eso no es un comportamiento de un buen ser humano. Mucho menos, de una madre.

No logro entender por qué no quería ayudar, y más bien, estaba decidida a hacer la mayor cantidad de daño posible y sin conocerme.
No lo sé y creo que nunca lo sabré.
Ya no importa. Mi familia se encuentra unida nuevamente.
Ya somos felices otra vez.