A routine I love - LOH contest week #255 / Una rutina que amo - concurso LOH semana #255 (eng-esp)

Hello, my friends!

@irenenavarroart reminded me of wonderful times with her second question in this week's community quiz #255.

The thing is, I don't have children of my own. I have two stepchildren whom I care for as if they were my own. They are my wife Elvira's children, two teenage guitar students.
For anyone who suddenly finds themselves in charge of or responsible for raising two teenagers, you can rest assured that if you had any routine, you've already lost it. Better to forget about it.

It doesn't matter that their upbringing is with their mother, who is a magnificent and devoted mother. It doesn't matter at all: you'll have to adapt your routines to theirs.
But you can also be sure that it has been the most beautiful and best thing I've ever had in my life.
Before I started my relationship with Elvira, my routine consisted of resting and working at any time of day.
In other words, there was no routine, just regular random activities. Watching series, resting, writing/reading, hanging out with my friends.
There was no fixed time for these activities.
But suddenly the school year arrives, and I have to get up early to make breakfast for the kids before they leave for school. Making sure they didn't miss anything, that they cleaned themselves properly, and that their uniforms were clean and ironed. If they weren't ironed, their mother, who loves ironing, would step in.

At first, Elvira and I did this, but later I took over alone, so she could rest and I could bring her breakfast in bed. I won out in the distribution.
Then, preparing the kids' lunch and snacks for when they returned from school. And at night, preparing the next day's things, and starting over.
My activities?
Well, I had to reorganize them whenever I could. For example, writing became an early morning activity.
Reading, on trips, in lines, and in the bathroom, or late at night. I always carry a book for when I can read. And I saw my friends during the day, while doing chores.

It was difficult at first, I assure you, but little by little it became a beautiful task, and one I miss when I'm away.
During vacation, the only thing that changes is that we have them home full-time and that breakfast is split into two sessions, since of my two children, one is a sleepyhead and the other wakes up very early.
Other than that, nothing changes, and I wouldn't change this new routine for anything in the world.

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Versión en español

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¡Hola, amigas mías!

@irenenavarroart me ha hecho recordar bellos momentos con su segunda pregunta del concurso de la comunidad de esta semana #255.

Sucede que no tengo hijos propios. Tengo dos hijastros que siento y cuido como si fueran míos. Son los hijos de mi esposa, Elvira, dos adolescentes estudiantes de guitarra.
Para el que, de la noche a la mañana se encuentra a cargo o responsable de la crianza de dos adolescentes, puede estar seguro que si tenía alguna rutina, ya la perdió. Mejor que se olvide de ella.

No importa que la crianza sea junto a su madre, quien es magnífica y entregada madre. No importa nada: tendrás que readaptar tus rutinas a las de ellos.
Pero también pueden estar seguros, que ha sido lo más hermoso y lo mejor que tengo en mi vida.
Antes de comenzar mi relación con Elvira, mi rutina consistía en descansar y trabajar en cualquier momento del día.
O sea, no había rutina, solo actividades aleatorias regulares. Ver series, descansar, escribir/leer, juntarme con mis amigos.
No había un momento fijo para estas actividades.
Pero, de pronto llega el curso escolar y debo levantarme temprano para prepararle el desayuno a los muchachos antes que se vayan para la escuela. Velar porque no se les quede nada, que se aseen correctamente y que tengan el uniforme limpio y planchado. Si no estaba planchado, entonces intervenía su madre, a quien le encanta planchar.

Al principio, esta actividad la hacíamos Elvira y yo, pero luego la tomé solo yo, para que ella descansara y así poder llevarle el desayuno a la cama. Salí ganando en la distribución.
Luego, preparar el almuerzo y las meriendas de los muchachos para cuando regresaran de la escuela. Y por la noche, preparar las cosas del día siguiente, y volver a empezar.
¿Mis actividades?
Pues tuve que reorganizarlas en los momentos que podía. Por ejemplo, escribir se tornó una actividad de la madrugada.
Leer, en los viajes, colas y en el baño o de noche tarde. Siempre llevo un libro para cuando pueda leer. Y a mis amigos los veía durante el día, mientras hacía las tareas de la casa.

Fue difícil al inicio, lo aseguro, pero poco a poco se volvió una tarea hermosa y que extraño cuando estoy de viaje.
En las vacaciones, lo único que cambia es que los tenemos a tiempo completo en casa y que el desayuno se divide en dos sesiones, ya que de mis dos niños, uno es dormilón y el otro se levanta bien temprano.
Fuera de eso, nada cambia y no cambiaría esta nueva rutina, por nada del mundo.